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Foto del escritorSílvia Pérez

Aprendizajes de vida


¡Nueva ilustración! El que más vive no es el que más años tiene sino el que más experiencias suma a sus años. ¿A qué esperas a comerte la vida?

Más abajo encontraréis algunas reflexiones personales que orientan tanto mi trayectoria personal como mi labor profesional ;).


Saber de dónde vienes es el punto de partida. Tomar conciencia de tu historia es clave para comprender sobre qué raíces te has sustentado, dar sentido a ciertas inercias que forman parte de tu funcionamiento y tomar conciencia de los legados incorporados.

Aunque tu identidad es más que un pasado. La historia que te precede ayuda a comprenderte pero no define lo que hoy eres. Tienes que saber cuándo soltar el pasado para darte cuenta que ya no es presente. Una vez consigues liberarte de cadenas que no son tuyas puedes dibujar un trayecto diferente hecho a tu medida.

Puedes intentar salvaguardarte de la decepción, pero la decepción forma parte de la vida. Aunque no es justificable el daño que deja a su paso, tampoco conviene vivir las decepciones como una agresión. Hay cosas que son irremediables y cuanto antes lo aceptes, antes avanzarás.

El dolor es inevitable. Y si procuras huir de él, acaba sacudiendo con más fuerza. Puedes agarrarte a colchones ajenos cada vez que amenaza una sacudida y puede aliviarte en un primer momento. Pero si lo haces a menudo te incapacita a largo plazo. Siempre llega el momento donde tienes que vértelas cara a cara con el dolor, y cuanto menos hayas escapado de él antes podrás pactar una convivencia respetuosa en su compañía.

Por mucho que te empeñes es imposible escapar ti mismo. Y es una fantástica oportunidad para encontrarte para siempre. Sólo afrontando los temores te das cuenta que los puedes atravesar y que el único imprescindible en la ecuación eres TÚ. Y cuando experimentas una transformación interior ya no hay vuelta atrás, tendrás que reajustar tu brújula con las nuevas coordenadas para seguir adelante.

El movimiento genera cambio. Es fácil creer que la vida es como la pintan, sin embargo siempre tienes margen para colorearla. Conformarte con lo que llega es una opción cómoda pero te deja inmóvil ante las circunstancias. Tomar responsabilidad es una opción valiente que te permite ser agente activo en aquello que pasa a tu alrededor y liderar tu rumbo.

No hay amor imposible si uno está dispuesto a aceptar lo diferente. La tolerancia (que no hay que confundir con indulgencia) es un ingrediente indispensable en una relación sentimental donde dos individualidades confluyen, cada una con su respectiva mochila. Sería osado pretender imponer la 'verdad' de uno sobre la 'verdad' del otro pues en eso radica la buena pareja: construir una relación donde ambas verdades sintonicen y convivan plácidamente. Si no es así, quizás los mundos sean demasiado opuestos como para tender puentes. El amor tiene que ser fácil, cuando acarrea demasiado esfuerzo quizás es momento de replantear si las piezas pertenecen a un mismo puzzle.

No basta sólo con amar para que la relación transcienda. Ese amor tiene que llegar al otro de forma que también se sienta amado. El hecho de que uno sienta 'amor' no implica que se complete el circuito amoroso. Para que sea una relación de amor es necesario que ese sentimiento se proyecte hacia el otro y sea vivido como tal por ambas partes.

El AMOR no duele. Es muy peligroso embarcarse en relaciones sólo sustentadas por el "nos queremos" al margen del cómo nos queremos. A veces empeñarse en mantenerse en una relación hondeando la bandera del SENTIR puede dejar demasiados cadáveres a su paso si se trata de una dinámica malsana. Hay que saber cuándo salvaguardarse de lo que es dañino a pesar de lo que uno sienta. Es importante discernir cuándo el "a ver si esta vez...." se ha convertido en un mantra inerte de no cambio. Quizás sea un buen momento para dejar de dar oportunidades y salir de la parálisis. Si quieres algo diferente, empieza por hacer cosas diferentes.

Confía más a menudo en tus percepciones, suelen ser una fantástica brújula cuya guía conviene atender. A veces las palabras confunden. Sin embargo, cuando hay una escucha consciente de lo que nuestras sensaciones nos muestran, éstas suelen desvelarnos información reveladora.

Es mejor asumir la vida tal y como es, que vivir en una mentira. Hay quienes prefieren vendajes de seda que dulcifiquen la mirada de la realidad exterior. Pero vivir en una mentira acarrea consecuencias desastrosas. Disimular con mentiras lo que verdaderamente es, es lo que nos vuelca a vivir a la deriva: inmersos en una sociedad que prefiere negar la crueldad aunque la tenga enfrente. Querer no ver lo que es, construye un mundo desprovisto de moral y que no asume ningún tipo de responsabilidad en lo que le envuelve. Pretender negar una realidad es lo que hace que se siga consintiendo lo salvaje. Yo prefiero la verdad al descubierto, para hacerme cargo de lo que es sin edulcorantes.

El AMOR es lo que repara el daño. Con mis años de praxis cercioro que la falta de amor genera patología. Y lo que ayuda a mitigar esas heridas emocionales es recibir una mirada amorosa del otro. Generar una relación de 'buentrato' puede sanar hasta al más dañado.

El error forma parte del aprendizaje. Uno puede equivocarse tantas veces como sea, pero NO de la misma manera.

MADURAR no consiste en sumar años, sino en sumar experiencia a los años. El que más vive es el que más prueba y el que más rendimiento saca a lo que la vida le ofrece. Es el que entiende que no se trata de ser perfecto, sino de embarcarse en esta aventura que es la vida poniendo empeño en sacar a la luz la mejor versión de sí mismo. Es el que emana gratitud. Es el que siempre está dispuesto a aprender y cultivar su propio SER.

Psicologia_Barcelona_Silvia_Perez_edited
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