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  • Foto del escritorSílvia Pérez

Sobrevivir a la Navidad





Las luces, los lotes de empresa, las listas de regalos, centros comerciales abiertos non-stop, colas para comprar lotería... Nos avisan que la navidad está llamando a la puerta... .


Para muchos estos días los llevan esperando en candeletas. Pero muchos otros ya empiezan a indigestarse antes siquiera de catar el primer polvorón. Y es que la navidad no es una etapa que todo el mundo acoje con alegría e ilusión. También son fechas con las que muchos tienen que bregar con ausencias, estrés, desencuentros y empachos no solo de turrones sino también de un contexto de paz y amor que es posible que no sintonice con la realidad interna que uno vive.

Así que tanto para los que sienten y disfrutan del espíritu navideño como para los que viven su antinavidad en silencio (o a su manera), todos tienen un espacio en el post de hoy donde hablo de los #retos que pueden surgir estos días y cómo lidiar con ellos de la mejor manera posible.

¿Otra vez la misma historia con su afán de protagonismo?

Si no amenizo el ambiente esto se parece más a un velatorio que a una fiesta

Sabe que tengo alergia al marisco y siempre sirve gambas a un palmo de mis narices

¡Tendrá jeta! Llevo cocinando todo el día y la finolis le encuentra una pega a todo, ¡que cocine ella!

¿Por qué carajos sacas la política si sabes cómo se enciende el abuelo?

Ya de paso acampamos en casa de tus padres, ¡que no hay ni un día para nosotros!

¿Cuándo dejaran de juzgar mi trabajo y respetarán cómo llevo mi vida?

¡La próxima vez que diga que quiere un nieto le compro un reborn!

¿Estos niños no se piensan callar?

LA NAVIDAD: CÓMO SOBREVIVIR SIN MORIR EN EL INTENTO

¿Te suenan estas frases? ¿Te tocan de cerca? ¿Hay alguna con la que te identifiques?

La Navidad se relaciona con días de paz, solidaridad y unión pero también pueden ser fechas que conlleven estrés, encuentros inesperados, situaciones delicadas en las que navegar en familia o días en los que hay más motivos para encerrarse en casa que para festejar porque el contexto que los acompaña no es el que a ti te gustaría. Así que voy a hablar de esta segunda parte donde surgen algunos retos que tenemos que encarar si queremos sobrevivir a la Navidad de la mejor manera posible.

SOBREVIVIR NAVIDAD 1 : Salirse de la rutina y adentrarse en los excesos

Aquellos hábitos que llevamos tiempo cuidando pueden desvanecerse de un plumazo con tanta comida, bebida y horarios intempestivos. Procura aceptar y normalizar el hecho casi inevitable de que estos días conlleven ciertos excesos pero intenta mantener cierto equilibrio en la medida que esté a tu alcance. Cuida tu margen de acción, no caigas en "ya puestos que se abra la veda y a arrasar sin fin" y modera lo que comes, bebes, fumas y la hora a la que te retiras de forma que sientas que sigues cuidando tus propósitos en la medida de lo posible.

SOBREVIVIR NAVIDAD 2 : Conflictos en la pareja para gestionar los días

Negocia el reparto de los días con antelación suficiente para evitar malentendidos de última hora. Busca la fórmula donde la satisfacción de los dos sea la máxima posible al menor coste. No sois bandos enemigos, sois EQUIPO y tendréis que contar con ciertas renuncias personales cada uno por el bien común. El objetivo es buscar que las ganancias y las pérdidas que cada una tenga sean lo más equitativas posible y si este año uno sale más favorecido, comprometeros para que el próximo año se compense. En estos acuerdos es importante que cuidéis la forma de hacer llegar el mensaje y que tengáis una escucha de consideración hacia la postura del otro. Habladlo desde el respeto y la buena voluntad ofreciendo alternativas para que entre los dos dibujéis la opción que puede cubrir mejor vuestras necesidades.

SOBREVIVIR NAVIDAD 3: Reuniones por compromiso

Habrá casos en los que irás a estas reuniones familiares por puro compromiso. En ese caso regula tus expectativas, no te regodees en la queja e intenta ir con una buena predisposición anticipando el escenario con el que te puedes encontrar para no frustrarte a posterior. Céntrate en aquellos aspectos positivos que te ofrecen estos encuentros familiares (al fin veré a mi primo / podré mimar un poco a la abuela / conoceré al nuevo bebé de mi tío / aprovecharé para charlar con mi sobrina con la que siempre conectamos....). Si tienes la posibilidad de elegir con quién sumarte cada festivo, elige la opción que más te apetezca. No tiene por qué primar el vínculo consanguíneo, tus amigos pueden convertirse en una excelente familia con los que celebrar la Navidad, sobretodo si te encuentras en el extranjero. En cualquier caso, entre festivo y festivo hay días de margen que puedes utilizar para tomártelos libres y aprovechar para descansar, hacer lo que te gusta, recuperar la perspectiva y reoxigenarte antes del nuevo encuentro.

SOBREVIVIR NAVIDAD 4 : Gestionar las ausencias y la soledad

Son fechas en las que es especialmente fácil echar en falta a aquellas personas significativas que no están, o conectar con una sensación de nostalgia y soledad si el vínculo con la familia no es suficiente fuerte o cercano. En esos casos procura distraer la atención y poner el foco en aquello agradable que sucede o intenta implicarte en conversaciones que puedan resultarte interesarte (o genéralas tú). Si aún y así las emociones se imponen, puedes retirarte unos minutos del escenario para dar un espacio al malestar, tomar aire y mirar de serenarte antes de volver. Si tienes confianza con alguien de la mesa puedes pedir que te acompañe y dejarte cuidar con su presencia y apoyo.

SOBREVIVIR NAVIDAD 5 : El encuentro se hace en tu casa y te encargas de la comida

En ese caso en lugar de ser fechas de descanso serán días de trabajo extra: pensar menú, comprar, cocinar y algún que otro quebradero de cabeza. Es importante que te dejes ayudar y que puedas expresar cómo los otros pueden echarte un cable, no tienen una bola de cristal para adivinar lo que puede quitarte el peso que necesitas así que sé claro y concreto. Cuida el mal humor que pueda provocarte tanto estrés. Si no alcanzas a todo haz menos y busca opciones más sosegadas: encarga algo preparado, pide que el invitado se encargue del aperitivo o los postres, o incluso propón hacerlo en un restaurante para el próximo año si ya es demasiada carga. Lo importante es hacer de estos encuentros una velada agradable, no un despliegue alta cocina así que no permitas que la presión por buscar la excelencia acabe empañando lo esencial que es disfrutar los unos de los otros con el mejor ánimo posible.

SOBREVIVIR NAVIDAD 6 : Diferencias familiares en la mesa

Estos encuentros navideños suelen reunir a perfiles variados y de lo más variopintos. Todos en la misma mesa. Sin saber mucho qué decir porque probablemente ha pasado un año desde que no coincidís así que es razonable que se tienda a sacar temas banales o de actualidad. Si no quieres entrar en batalla procura no sacar temas que sepas que pueden resultar controvertidos y si ellos salen espontáneamente intenta abandonar el terreno elegantemente. Si quieres colaborar a generar una velada armoniosa para todos puedes pensar en algún tema que pueda amenizar la comida y que pueda abrir conversaciones agradables. Si hay aspectos que te mueven emocionalmente o para ti son delicados y que es probable que recibas algún comentario sobre ello planifica qué tipo de respuesta podrías dar de forma que puedas poner un límite y sentir que has manejado serenamente la situación. Y para aquello que es inevitable y que no vas a poder cambiar ponle paciencia. Son encuentros muy puntuales así que ten en cuenta que se trata de sostener las sensaciones que surjan tan sólo por unas horas. Hasta puede ser divertido y tomarlo como un juego donde preveer qué es probable que diga o haga Fulanito o Menganita y contemplarlo desde la curiosidad. Puede ser una forma alternativa a ir a ver una obra de teatro, sólo que esta vez el escenario está en casa y tú eres un personaje más. Lo mejor es que al no haber directrices externas tú puedes elegir qué papel prefieres interpretar durante la puesta en escena.

SOBREVIVIR NAVIDAD 7 : Gastos

Ten en cuenta los gastos domésticos propios de cada mes y a partir de allí planifica el presupuesto con el que cuentas antes de empezar a comprar sin filtro. Hay a quien le ayuda ir anotando los gastos de las compras navideñas que van haciendo (comida, regalos, lotería, ropa...) para tomar conciencia e ir decidiendo en función de ello. También puede ayudarte poner un límite en tu tarjeta de crédito para no sobrepasar más de lo que puedes permitirte. Y si el gasto es elevado siempre es una buena opción recurrir a la colaboración de todos los miembros y que cada uno aporte parte del menú. Comprar regalos anticipadamente durante el año puede ser una forma de asumir los costes de forma progresiva y quizás aprovechar según qué ofertas o promociones que puedan surgir durante el año. La creatividad cada vez está más presente en nuestras casas y puede ser la mejor aliada para pensar en hacer regalos manuales, o construir cosas con materiales reciclados así como reutilizar aquellos objetos que estén en buen estado y que otros puedan aprovechar. Así no sólo ahorramos sino que contribuimos a hacer de la sociedad un lugar más solidario y sostenible, valores que la navidad promueve... ¿no?


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