La etapa de la HETERONOMÍA queda enmarcada en la franja de edad entre los 6 y 11 años. En esta etapa el niño empieza a considerar la existencia de unas normas externas que le llevan a tomar conciencia de la perspectiva ajena (hetero) y de los límites de una realidad que no siempre coincide con sus propios deseos.
El criterio es impersonal (la ley, la norma), como por ejemplo respetar las normas de tráfico para poder conducir por la carretera. Este criterio también queda representado por figuras externas revestidas de autoridad o figuras intangibles como el perfeccionismo, la propia consciencia, el idealismo.
Este estadio evolutivo es necesario para superar el narcicismo propio de la anterior etapa (anomia) y asumir un primer descentramiento en la medida que el niño entra en contacto con las reglas colectivas.
En términos psicológicos la regulación heteronómica tiene una finalidad controladora y protectora ya que en esta etapa el niño empieza a entender qué cosas estan permitidas hacer o no, el 'bien' y el 'mal'. Es decir, el niño descubre su propia responsabilidad frente a los actos que comete, teniendo que asumir las consecuencias que ello comporta.
Su contrapunto, de no estar bien integrada en las personas ya adultas, es que el exceso de este funcionamiento heteronómico puede tornarse restrictivo y asfixiante, lo cual comporta un encorsetamiento de la espontaneidad y de la libertad. Esto se traduce en conflictos psico(pato)lógicos ligados al exceso de miedo, de vergüenza, de culpa que quedan reflejados en síntomas fóbicos, obsesivos y perfeccionistas.
En este sentido, el trabajo psicoterapéutico tiene que orientarse hacia dar consciencia del exoesqueleto que ha configurado la persona para tener la sensación de control frente a las incertidumbres propias del mundo terrenal y del mundo emocional. En paralelo va a ser importante ir construyendo un criterio propio y una estructura interna acorde a sus percepciones y necesidades, que probablemente han quedado invisibilizadas. Este proceso puede evidenciar una sensación de vacío interno ya que la identidad ha podido asentarse desde una estructura externa y por tanto se hace difícil contactar y definir el mundo interno. Además va a ser indicado hacer un trabajo en el que aprender a sostener el error, el defecto, la incertidumbre y la culpa. Para ello se acompañará el proceso con la asunción de una posición vital de autodeterminación en el que compensar las tendencias rígidas con flexibilidad, la constricción con espontaneidad y la obligatoriedad con la capacidad de elección y la búsqueda de alternativas.
¿Tienes curiosidad de saber qué tan bien regulada está la fase HETERONÓMICA en tu vida?
Pues te propongo una parte más práctica que pueda darte una orientación a partir de un test extraído del Libro " El proceso de convertirse en persona autónoma" de Manuel Villegas.
¿Cómo va el PROCEDIMIENTO del test?
A cada enunciado que te escribo abajo tienes que darle una puntuación en función de tu acuerdo o desacuerdo con lo que dice la frase siendo:
0 - Nunca o nada de acuerdo
1 - A veces o medio de acuerdo
2 - Siempre o mucho de acuerdo
¡Allá va!
1. Me pone muy nervioso pensar que puedo hacer el ridículo delante de la gente.
2. Necesito sentir que tengo todas las situaciones bajo control.
3. Tengo un claro sentimiento del deber.
4. Soy una persona ordenada y perfeccionista.
5. Después de tomar una decisión dudo sistemáticamente de su adecuación.
6. Me sentiría muy culpable si se produjera una desgracia por descuido mío.
7. En los lugares cerrados como ascensores, cines o trenes me siento agobiado.
8. Las críticas me desmontan, aunque sean injustificadas.
9. Considero imprescindible extremar las precauciones higiénicas en todos los casos.
10. No soporto la falta de puntualidad; si es preciso, me adelanto en la hora.
RESULTADOS:
Si la suma total es inferior a 5, probablemente tu regulación Prenómica está bien integrada.
Entre 6 y 15, necesitas trabajarla.
Entre 16 y 20 sería recomendable buscar un profesional con el que tratar estos puntos.
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