Para muchos hoy empiezan las vacaciones de Semana Santa. Por mi parte siempre que puedo aprovecho cualquier descanso para rodearme de naturaleza y ritmos más sosegados con los que cargar pilas y poner perspectiva. En este escenario ha llegado a mí una cita de William Blake: "lo que ahora está demostrado, antes sólo se imaginaba" y me ha hecho pensar sobre este tema y el poder que tiene nuestro sistema de creencias a la hora de construir nuestra forma de percibirnos y de mirar el mundo. Ante un mismo contexto, los diferentes ojos que lo observan reciben una información determinada y normalmente diversa. ¿Cómo puede ser si el contexto es el mismo? Pues justamente la explicación pasa porque el observador no es el mismo y, por tanto, interpreta el contexto influido por sus esquemas mentales. Y estos esquemas mentales tienen gran poder a la hora de percibir lo que sucede y generar nuestro propio plano de realidad. Poniendo un ejemplo, hay quien ante una situación concreta evocará una serie de ideas sobre sí mismo y lo que está pasando que serán clave para cómo acabará desarrollándose dicha situación: 😣 "soy demasiado tímida para ir a saludarle" 🤔 "Puedo probar de unirme al juego y si me equivoco ya aprenderé para la próxima" 🙄 "Seguro que si tomo la iniciativa nadie me hará caso" 😀 "No pierdo nada por intentarlo, el no ya lo tengo" 😑 "Llevo muchos años siendo como soy, no voy a cambiar ahora" Así que es importante observar a qué creencias nos estamos aferrando porque éstas son las que acabarán determinando en gran parte el transcurrir de los hechos. Si transformamos la forma en que miramos, ya sea a uno mismo o a lo que nos rodea, estaremos abriendo la puerta a que otra realidad comience a construirse. Está en nuestras manos decidir si nos resignamos ante los hábitos añejos o nos atrevemos a activar nuevas perspectivas con las que redescubrirnos y generar nuevos patrones.
