top of page
  • Foto del escritorSílvia Pérez

AGRESOR INTERNO






Quizás te estés preguntando a qué nos referimos con AGRESOR INTERNO...


¿Te has parado a pensar si el trato que te ofreces a ti mismo/a es el que mereces? ¿Qué tal llevas la experiencia de ser tu propio compañero/a? Por desgracia, más a menudo de lo que pensamos aparece una voz interior que se encarga de boicotear nuestros anhelos, proyecciones y deseos.

¿Estás seguro que puedes? ¡Mira que eres tonto! ¿Cómo te va a querer alguien así?

En estos casos está saliendo al escenario nuestro AGRESOR INTERNO, probablemente nuestro peor verdugo. Estos mensajes teñidos de autodesprecio son bastante comunes aunque a veces resulta difícil de detectarlos de forma clara porque aparecen en un plano más subconciente. Lo que quizás resulte más fácil identificar son conductas que desvelan que no nos estamos cuidando como deberíamos: períodos de apatía, aislamiento, malos hábitos con la comida, un descuido de nuestro cuerpo, abuso de sustancias nocivas (tabaco, alcohol, drogas...). Son muchos los disfraces del autosabotaje y cada persona se viste con el que más resonancia tiene en su perfil.

¡Pero si me dije que era el último cigarrillo y ya tengo otro encendiéndomelo! ¡Otra vez que no he hecho deporte en todo el mes! ¡ Qué gorda, tengo que vomitar todo lo que he comido!

Este MAL-TRATO suele ser un mecanismo inconsciente que pretende lidiar con las situaciones que nos están afectando a nivel emocional y que desvelan nuestra parte más vulnerable. El problema reside en que en lugar de aceptar y acoger esta parte, nuestro AGRESOR INTERNO se encarga de castigarnos entrando en un circuito masoquista de autosabotaje.


¿QUÉ HACER CON TU AGRESOR INTERNO?


Para tener una relación sana contigo mismo es importante ser conocedor de tus propios estados y entender a qué responden para reconducir tu malestar como un adulto sano hace con un niño: con COMPRENSIÓN, LÍMITES que contengan y AMOR.

Como adultos sabemos que el tema de los límites es indispensable para ordenar la conducta y la emoción del niño, que no sabe regularla por sí mismo. Pues bien, es hora de que tú como adulto sepas responsabilizarte de qué tipo de relación quieres tener contigo mismo y con el mundo para poner límites a este AGRESOR INTERNO y buscar vías más funcionales a través de las cuales gestionar tu malestar.


¿Cómo pretender establecer relaciones sanas con los otros si uno mismo no la tiene consigo? El cambio viene de cuidar lo interno para que se expanda en lo externo. No podemos dar lo que no tenemos así que es indispensable aprender a tratar con uno mismo desde este marco de CUIDADO, ACEPTACIÓN y RESPONSABILIDAD para poderlo hacer también con el otro.


Psicologia_Barcelona_Silvia_Perez_edited
bottom of page