Con el post de hoy os doy nuevamente la bienvenida tras este período de vacaciones. ¿Por qué el título? Porque no es un retorno habitual para mí. En estas últimas semanas he activado algunos cambios a nivel profesional que, aunque todo movimiento implique cierta incertidumbre, lo cierto es que los vivo con gran ilusión porque son apuestas de mejora.
En unos días daré por terminada una de las etapas profesionales que me ha acompañado durante casi 3 años, atendiendo casos de gran complejidad con los que me he enfrentado a ciertos desafíos y sin lugar a dudas he aprendido mucho de todos ellos. Puedo decir que a nivel profesional me he curtido de forma muy significativa con lo cual cierro este círculo muy agradecida y orgullosa de lo incorporado en todo este tiempo.
Además, en los últimos meses he estado especializándome en nuevos métodos de trabajo terapéutico y estoy activando iniciativas que van a aportar aire fresco a mi rol como psicóloga. A partir de estos cambios voy a tener la oportunidad de disponer de más tiempo para centrarme en mis propios proyectos, dar espacio a lo creativo y expandir la parte más grata de mi labor terapéutica. Así que me entusiasma la idea de estar en movimiento y embarcarme en nuevas iniciativas que seguro me llevarán a descubrir horizontes distintos de los que seguir empapándome de conocimientos y experiencias.
Aprovecho también para agradecer de antemano a todos los que me acompañáis en este camino, sea de la forma que sea.