Este cortometraje, ganador del Premio Goya 2014 en la categoría de Mejor cortometraje de animación español, narra una tierna historia de amistad entre dos niños muy especiales. La historia está inspirada en la discapacidad del hijo del director, afectado de nacimiento por una parálisis cerebral y que se ve reflejada en el personaje de Nicolás. María, su compañera de la escuela, rompe con las barreras del estigma y encarna un personaje lleno de valores. Es una historia conmovedora que invita a replantearnos cómo entendemos la discapacidad y la forma en que nos manejamos con personas afectadas.