Como hemos visto hasta ahora en los anteriores posts, la mayoría de las rupturas de pareja traen consigo una fuerte sacudida emocional de la que no siempre es rápido y fácil reponerse. No obstante, es importante no perder de vista que así como la intensidad del malestar es alta en las primeras etapas del duelo, con el paso del tiempo el dolor va remitiendo de forma progresiva y los pensamientos pasan a ser menos recurrentes. Así que aunque estés inmerso en una etapa inicial donde la ansiedad es alta, confía en el proceso reparador que trae el paso del tiempo e intenta transitar por todos los estados a sabiendas que los meses te ayudarán a poner perspectiva, digerir lo sucedido y acabar aceptando la situación por mucho que en esos momentos te cueste.
La etapa de aceptación llega cuando puedes asumir la situación de separación de una forma más serena. Ya no se da el torrente emocional propio de etapas anteriores pues tienes asimilado que la relación se ha acabado y renuncias a la esperanza o la necesidad de recuperar el vínculo. Esta posición permite que te proyectes en el futuro sintiendo que también puedes estar bien a pesar de no seguir con la relación.
Si han habido agravios y reproches durante la relación y/o la separación, en esta etapa sientes que cada vez forman más parte del pasado, que de alguna manera están digeridos e incluso puedes empezar a perdonarlos.
Del mismo modo, los recuerdos asociados a la expareja y a la historia compartida aparecen de forma más sosegada, sin resentimiento y puedes rescatar también aquellos buenos momentos sin que estén impregnados ya de dolor.
Todo ello permite dar paso en paralelo a una ETAPA de REORGANIZACIÓN que empieza por reconstruir tu cotidianidad y proyecto de vida a pesar de la ausencia de tu expareja. Esto se acompaña de un proceso de reestructuración de la propia identidad en el que recolocas emocionalmente todo lo sucedido y te reubicas en relación a tu proyecto de futuro.
Con la separación es común sentirte perdido y conectar con cierta sensación de soledad ya que gran parte de tu tiempo y de tus actividades eran en compañía de esa persona. Del mismo modo, has perdido una figura con la que has compartido muchas vivencias, contextos, tiempo de convivencia y por todo ello, una vez elaborado el proceso de duelo, es importante redefinir quién eres sin esa relación, cuál va a ser tu cotidianeidad a partir de ahora, cómo quieres construir este nuevo escenario y qué papel vas a darte en todo ello.
Ahora que estás soltero/a dispones de total libertad para dar salida a tu criterio y necesidades sin filtros. Es una oportunidad para reencontrarte contigo mismo/a, sintonizar con tu esencia, reajustar tus gustos y diseñar un proyecto de vida afín a ti.
¿Qué ayuda a elaborar el duelo de forma saludable?
Como he hecho en los anteriores posts, hoy os dejo dos nuevos consejos como cierre del monográfico del PROCESO DE DUELO TRAS UNA RUPTURA AMOROSA:
Revisa y reflexiona sobre los aprendizajes que puedes extraer de la relación La pareja te devuelve información valiosa sobre ti mismo pues funciona de espejo. Si la relación ha sido sana y mayormente positiva, seguramente puedes incorporar una buena imagen de ti mismo a través de cómo te has sentido de querido por él/ella. Si por el contrario no ha sido una relación sana, es conveniente que pongas en análisis la imagen que te ha volcado la pareja de ti. Filtra aquello que sea constructivo de forma que te permita generar cambios si es lo que deseas, y desecha aquella información que sea destructiva o que creas que no se corresponde con una visión objetiva. Ten en cuenta que el rechazo de esa persona que se presume ser quien más íntimamente te conoce, puede llevarte a poner en duda tu valor y afectar la autoestima. En ese sentido es importante que tengas presente que todo lo que nos rodea y nos define es dinámico. Este concepto es clave para entender que lo que ‘hoy eres/piensas/sientes’ no es estático, es decir, que siempre tienes la posibilidad de modificar cosas. Por tanto, si a raíz de la ruptura te cuestionas algunos aspectos de ti mismo que crees que deben mejorarse, conviene no asumir una posición de lamentación que sólo hace que perpetuar el malestar sin avanzar. Ahora tienes la oportunidad de aprovechar esta 'crisis' para mejorar lo que deseas e ir haciendo poco a poco los ajustes que te acercan más a ser la persona que quieres ser.
Utiliza esta situación para reencontraerte e invertir la energía en tí. La relación más importante y que es para siempre es la relación con uno mismo. Invierte en construir una relación amorosa contigo, donde esté presente el afecto, la comprensión, el buen trato. Cultiva la autoconciencia para identificar lo que necesitas en cada momento y tener una buena relación contigo que te ayude a valorarte positivamente e ir forjando una adecuada autoimagen.
Si queréis leer sobre las otras etapas de duelo que se dan tras una ruptura de pareja, encontraréis la información en los posts anteriores y espero que os sirvan de ayuda.
