top of page
  • Foto del escritorSílvia Pérez

Amar sin renunciar a uno mismo





¿Es buena idea dejar de SER para que otros SEAN?

Hay tendencias de funcionamiento que llevan a fraccionar el YO para satisfacer las necesidades de los OTROS.


Esto suele suceder cuando uno siente gran temor a perder el vínculo con el otro ya sea desde el miedo a ser juzgado, a no ser valorado, etc.


Pero las relaciones que sobreviven únicamente bajo este patrón nos indican que son relaciones desequilibradas, que se sostienen más por la NECESIDAD que por el aprecio genuino.


Las relaciones sanas se fundamentan bajo elementos de AMOR y ACEPTACIÓN auténticos donde se valora la persona en su globalidad, con sus aciertos y sus desatinos.


Por ello es importante aprender a ELEGIR relaciones donde uno se siente libre de mostrarse y de tomar una posición igualitaria sin sentir LA EXIGENCIA de que para garantizar la aprobación y el afecto del otro tiene que renunciar a sí mismo.

El terreno de las parejas es suficientemente complejo como para hacer valoraciones universales así que quiero aclarar de antemano que aunque el texto de hoy hable de ciertas generalidades, para reflexionar y evaluar cada relación es necesario tener una amplia información sobre la histora particular de cada miembro que la configura y de su propia historia de amor.

Hecha la aclaración, hoy quiero dedicar un espacio a hablar de aquellas relaciones que sea por el motivo que sea terminan viviéndose de forma limitante. Pueden ser relaciones en que en un principio los miembros sintonizan y construyen los cimientos de la pareja con proyectos y formas de hacer afines, siendo un buen complemento el uno para el otro. Pero hay que tener en cuenta que los ingredientes que dan forma a la pareja estan en constante revisión; Los miembros que la configuran también hacen su propia evolución y, para que la relación siga siendo un elemento positivo y constructivo, los movimientos de cada miembro tienen que poder encajar también a nivel conjunto.

Esto no siempre se consigue. Hay veces en que estos movimientos evolutivos individuales se traducen en fuertes sacudidas para la relación que acaban comportando el distanciamiento de uno o de ambos miembros de la pareja hasta poner en cuestión la continuidad de ésta. Frente a esta crisis relacional hay diferentes caminos a considerar; Unos activan mecanismos de cambio que llevan al reencuentro en esta nueva etapa y refuerzan la relación, otros llevan a constatar la imposibilidad de ajuste y la necesidad de ruptura. Esto último suele coincidir con una vivencia de renuncia personal suficientemente grande como para experimentar la relación de pareja como constrictiva y en el peor de los casos incluso destructiva.

Tal y como pretendo reflejar a través de la nueva ilustración que hoy comparto con vosotros, hay relaciones en que no basta con amarse si el mantenimiento de la relación implica la opresión y/o incluso la aniquilación de elementos identitarios importantes para uno. Como expresa el psicólogo Walter Riso "el mito del amor sin límites ha hecho que infinidad de personas establezcan relaciones dañinas e irracionales, en las que se promulga el culto al sacrificio y la abnegación sin fronteras (...) y reconocer que existen ciertos límites afectivos no implica necesariamente dejar de amar, sino aceptar la posibilidad de modificar la relación en un sentido positivo o, simplemente, alejarse y no estar en el lugar equivocado, aunque duela la decisión”.


Psicologia_Barcelona_Silvia_Perez_edited
bottom of page