"Un rey muy caprichoso se quejaba de que el suelo irregular de su reino le hacía daño en los pies.
Nadie más en esa tierra tenía ese problema, pero como él era todopoderoso ordenó al primer ministro alfombrar todo el reino: calles, caminos y carreteras.
El alto funcionario era un hombre sabio, que le dijo:
- Majestad, tengo una idea mejor. ¿Por qué no se compra unas buenas botas?"
Reflexión:
Cuando nos hacemos demasiado sensibles a las 'incomodidades' cotidianas, es indicativo de que conviene modificar el amueblado de nuestra cabeza antes que pretender que todo lo que acontece en nuestro entorno se adapte a nosotros.