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  • Foto del escritorSílvia Pérez

El Autismo: ¿Qué es?


¿Qué es el autismo?

Fuente de Mª Jesús Mardomingo en "Psiquiatría del niño y del adolescente” y www.autismo.org.es

La palabra autismo significa etimológicamente “Tendencia a alejarse del mundo exterior y dirigir el interés y la atención al propio interior”. El autismo forma parte de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) que se caracteriza por el retraso y las alteraciones en diferentes ámbitos del niño tanto a nivel social, cognitivo como nivel comunicativo.

Características principales

Cuando hablamos de autismo y de personas con autismo estamos hablando de un conjunto de alteraciones semejantes, pero cuya manifestación varía mucho en grado y forma de unas personas a otras. Por lo tanto, la idea de tomar el autismo como un continuo (espectro) más que como una categoría única, nos ayuda a enteder que cuando hablamos de autismo y otros trastornos generalizados del desarrollo estamos empleando términos comunes para hablar de personas muy diferentes.

Los síntomas del autismo se enfocan en cuatro áreas fundamentales de la vida del niño: dificultad o ausencia de interacción con los demás, problemas en los mecanismos de expresión y comunicación, el desarrollo cognitivo y, también suelen aparecer algún tipo de conductas de carácter estereotipado (conductas repetitivas, rutinas, etc).

Origen del autismo

El origen del autismo aún está por determinar, hasta el momento lo que los diversos estudios sobre autismo y los científicos han asegurado es que no se trata de una única causa biológica si no que está relacionado con varios factores que entremezclan la herencia, la biología y el nacimiento.

La hipótesis más fuerte es que es la combinación de diferentes alteraciones generalizadas de las funciones del sistema nervioso central, rechazando que pueda estar relacionado con la actitud de los padres respecto al niño.

Síntomas por edad

En los dos primeros años de vida los síntomas se enfocan en la alimentación, trastornos del sueño, la relación con los padres y, en ocasiones, puede haber ligeros retrasos del desarrollo motor. Respecto a la relación con los padres, algunas de las conductas que pueden manifestarse es que el niño no mire a los padres a la cara o no haya contacto visual en la comunicación, que no siga a la madre por la casa, no eche los brazos para que le cojan, entre otras. El niño puede mostrarse irritable con un llanto muy frecuente.

A los tres años el niño muestra preferencia por los objetos que por las personas, no hay contacto visual durante la comunicación, suele jugar de forma estereotipada con la que no se corresponde la funcionalidad del juguete, no responde a las órdenes, el lenguaje está ausente y cuando se presenta es peculiar. A su vez, también puede mostrarse hipersensible ante determinados ruidos en los que se tapa los oídos o incluso, puede rechazar el contacto físico.

De entre los tres a los cinco años los niños ya presentan los síntomas clásicos del autismo: déficit cognitivo, intenso retraimiento, desinterés por las relaciones interpersonales y trastornos del lenguaje.

A los seis años podría verse una mejora leve en algunos aspectos, el niño puede mostrar más apego hacia los padres y su lenguaje evoluciona pero de forma patológica. En el caso de que el niño haya desarrollado algún tipo de conducta de autolesión o auto estimulación se incrementan o pueden aparecer.

Intervención

Según la asociación española de autismo, hemos aprendido que no hay incapacidad o ausencia de relación sino "dificultades" para comunicarse. Esta nueva percepción supone un cambio fundamental en la manera de abordar la intervención ya que, a partir de este momento, nos hallamos ante un concepto mucho más flexible y dinámico: "La persona con trastornos del espectro del autismo". Ahora, el ámbito de acción es más abierto y esperanzador, ya que sabemos que trabajamos con niños, con niñas, con adultos que poseen identidad propia y que deben ser contemplados de forma individual y única.

Por ello es importante que, aunque no se consiga la remisión de estos síntomas, se les puede ayudar a vivir mucho mejor. La propuesta de intervención que hace Autismo España no consiste en "asistir" o "curar", sino en trabajar para disponer de los apoyos necesarios para que cada sujeto se desarrolle de acuerdo a sus características. Supone, entre otras cosas, que nuestros esfuerzos se centran en explotar las capacidades y hacer el mundo más accesible e inclusivo, más de todos.


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